El consumo consciente en las ciudades representa una importante herramienta para preservar el entorno rural y apoyar su desarrollo y generación de empleo. Un objetivo que caracteriza el proceso de búsqueda y selección de nuestros productores en el que cada decisión y cada detalle cuentan.
Por esa razón colaboramos con Despelta y La Sal (Palazuelos, Guadalajara), una pequeña empresa que se dedica al cultivo ecológico de espelta y trigos antiguos, con los que elaboramos nuestros panes y pizzas, y a la comercialización de la Flor de Sal de Saelices con la que preparamos todos los platos de nuestra carta.
Su propósito es crear riqueza y generar empleo en una de las zonas de España más despobladas al mismo tiempo que preserva el entorno paisajístico. Lo hace a través de la producción de harinas ecológicas elaboradas con cereales ancestrales molidos a la piedra y la protección de complejos salineros como los de donde se recoge La Flor de Sal de Saelices.
Francisco Juberías y Carlos Moreno, fundadores de Despelta y La Sal
La Flor de Sal de Saelices es una sal ecológica, sin microplásticos, recogida artesanalmente de las Salinas de San Juan (Bien de Interés Patrimonial) pertenecientes al pueblo de Saelices de la Sal (Guadalajara).
Su propósito es crear riqueza y generar empleo en una de las zonas de España más despobladas al mismo tiempo que preserva el entorno paisajístico. Lo hace a través de la producción de harinas ecológicas elaboradas con cereales ancestrales molidos a la piedra y la protección de complejos salineros como los de donde se recoge La Flor de Sal de Saelices.
La Flor de Sal de Saelices es una sal ecológica, sin microplásticos, recogida artesanalmente de las Salinas de San Juan (Bien de Interés Patrimonial) pertenecientes al pueblo de Saelices de la Sal (Guadalajara).
Se trata de un producto puro, sin aditivos que no sufre ningún tipo de tratamiento, lavado o refinado. Su producción es muy limitada y su proceso de recogida muy delicado porque el proceso de cristalización se produce en la superficie del agua y por esa razón se lleva a cabo sólo los días que no sopla el viento para evitar que el grano de sal se vaya al fondo. Se caracteriza por su sabor inconfundible y sus propiedades: baja en sodio y rica en oligoelementos como calcio, magnesio, potasio.
Trabajar con Carlos y Francisco nos asegura no solo la calidad de las materias primas que utilizamos para nuestros platos sino también formar parte de un proyecto más amplio de apoyo al desarrollo del entorno rural.